El primer fin de semana de febrero se celebran en nuestra ciudad las tradicionales Fiestas de San Blas.
Este festejo se inicia en el siglo XVI, en el que se funda la cofradía de San Blas bajo el patronazgo de la familia Vicente Bernal. Es en el posterior siglo cuando se construye una hornacina neogótica que alberga la imagen de San Blas, conservada hasta el día de hoy en la calle de la Iglesia.
Enfrente de la imagen del santo se celebra cada año la tradicional hoguera que es saltada por los mayordomos (un hombre y una mujer encargados de organizar los festejos), los clavarios (que serán los mayordomos el próximo año) y por todos aquellos que lo desean.
CURIOSIDADES SOBRE SAN BLAS
San Blas fue un obispo y médico de origen armenio, conocido por diferentes milagros, cuya festividad se celebra el 3 de febrero.
Tras ser nombrado obispo, convirtió la cueva en la que vivía en el monte de Argeus en su sede episcopal, donde curaba a personas y animales de enfermedades.
Su mayor hazaña y por lo que es conocido es por la salvación de un niño que se había atragantado con una espina de pescado. Fue por este desagradable incidente por lo que se convirtió en el patrón de las enfermedades de garganta y de los laringólogos.
Pero la historia de San Blas no termina aquí. También es conocido por su amor por los animales. Cuenta la tradición que el obispo se encargaba de curar animales y heridos y, a cambio, éstos no le molestaban cuando oraba.
Por desgracia, la historia del obispo tuvo un trágico desenlace. Con la persecución a los cristianos a principios del siglo IV, sufrió diversos martirios y fue decapitado por orden del Emperador Romano Licinio.
Pero la devoción por el médico y Obispo se mantiene en la actualidad.
TRADICIÓN YECLANA
En los primeros días del mes de febrero en todas las casas de Yecla se come el pan bendito, previamente bendecidos en todas las iglesias de la ciudad.
Los actos comienzan el sábado por la tarde con el pasacalles desde la casa de los mayordomos hasta la Basílica para rezar, en presencia de la imagen de San Blas, un padrenuestro.
El pasacalles continúa hasta la calle de la Iglesia donde se encuentra la tradicional hornacina de San Blas.
Como ya hemos comentado al principio, es costumbre encender una hoguera ante la hornacina y que los mayordomos, clavarios y otros participantes salten encima del fuego.
El siguiente día, domingo, se organiza desde la Basílica la multitudinaria procesión de San Blas. Se inicia con tres monumentales panes benditos adornados con pajaricas de papel, portados en andas.
A posteriori, la imagen del santo es acompañada por las autoridades religiosas y civiles, los mayordomos y clavarios y miles de yeclanos, especialmente niños, portando sus panes benditos con un recorrido que pasa nuevamente por la hornacina de San Blas en la calle Iglesia.
A continuación, al llegar a la Basílica de la Purísima, se celebra la Santa Misa en honor del santo.
También son tradicionales la celebración de juegos populares como la cucaña, carreras de saco, chocolate cómico o cross urbano.
PANES BENDITOS
Este producto típico de nuestra ciudad está hecho a base de harina, aceite, cáscara de limón rallado, leche, huevos, levadura y azúcar y son adornados con flores y otras formas moldeadas de la misma masa.
A este trabajo de realizar los adornos de los panes benditos se le llama «pintar los panes».
Cuando ya se ha cocinado al horno, se preparan para la procesión engalanándose con las típicas varillas decoradas con tiras de papel de colores recortadas, que se denominan pajaricas, así como con figuras realizadas con masa de harina, agua y patata cocida.
Se dice que un dulce no amarga a nadie, pero en Yecla, la tradición manda rezar un padrenuestro antes de llevarse el Pan Bendito a la boca para protegernos de los males de garganta.